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Este núcleo nace al amparo de la reapertura de Trabajo Social en la Universidad de Chile y tiene sus primeras acciones en el año 2014. Una de las innovaciones dentro de la apuesta de docencia, investigación y de transferencia social del área de Trabajo Social en la Universidad, se implementaron núcleos de I+D que buscan precisamente poder articular dos campos que generalmente se consideran de forma separada: la investigación y la intervención. Por ello, en el año 2014 se crea el Núcleo de Diversidad y Territorio, intentando cimentar iniciativas críticas respecto de la consideración de la diversidad (especialmente en el campo de las migraciones y la diversidad sexual) y las desigualdades territoriales presentes en el país. Asimismo, este núcleo se nutrió desde el año 2015 de la discusión dada dentro de la “Red de estudios críticos de la Diversidad”, entidad multidisciplinar e interuniversitaria.

Durante el año 2015 y 2016 se dio forma y estructura a esta innovación curricular dentro de Trabajo Social y en el año 2017 se realizaron los primeros proyectos de investigación e intervención. Así este núcleo realizó los siguientes proyectos: “Análisis críticos de programas de FOSIS Metropolitano a partir de sujetos de atención específicos (migrantes, personas privadas de libertad y en situación de discapacidad”, “Homofobia y Transfobia en las escuelas Públicas de Huechuraba: propuestas de intervención” (en colaboración con Municipio de Huechuraba), “Análisis de las diferencias territoriales de programas púbicos de FOSIS” (en colaboración con FOSIS Central), y “Desigualdades socio-territorial en Huechuraba” (En colaboración con municipio).

En la valoración del año 2017, considerando que el ámbito de la diversidad implicaba ahondar en las demandas de reconocimiento social y considerando aún más intensamente la perspectiva epistemológica feminista, se especificaron las apuestas teóricas y se decidió dividir este núcleo en dos apuestas de trabajo de Trabajo Social: el núcleo de análisis crítico del territorio, y el actual núcleo: “Diversidad y género: abordajes feministas interseccionales”.

Este núcleo posee las siguientes premisas conceptuales:

  • En lo que concierne a las luchas por el reconocimiento de las diferencias y diversidades en las sociedades actuales nos encontramos con un panorama complejo y contradictorio. Por un lado, es posible identificar avances en políticas públicas y legislaciones orientadas a la eliminación de desigualdades y la promoción de los derechos humanos de sectores sociales tradicionalmente marginados. Por otro lado, identificamos simultáneamente obstáculos, estancamientos, amenazas y retrocesos en relación a demandas históricas de mujeres (en lo que concierne a derechos sexuales y derechos reproductivos, por ejemplo), derechos migratorios y derechos LGBTI, entre otros, en un contexto de un violento resgurmiento de discursos y prácticas conservadoras vinculados a una revitalización de la derecha conservadora y ciertos grupos religiosos. Por ello es importante analizar las formas más sutiles de dominación que operan bajo falsas premisas de igualdad, diversidad y bienestar social, como al reestablecimiento de los modos más explícitos de discriminación y mantención del orden social dominante, de caracter heteropatriarcal, capitalista y colonial.
  • Los enfoques feministas interseccionales nos permiten visibilizar las desigualdades sociales y la articulación entre dispositivos y estructuras de opresión en su complejidad, instándonos a evitar miradas reduccionistas que se focalicen únicamente en los efectos del patriarcado, del capitalismo o bien del colonialismo como estructuras de dominación independientes, o que se centren en un solo eje de diferenciación social como el género, la clase, la “raza”, la etnicidad, la sexualidad, la diversidad funcional, nacionalidad, religión, entre otros. La interseccionalidad “es un modo de comprender y analizar las complejidades en el mundo, en las personas y en las experiencias humanas” (Hill Collins y Bilge, 2016), por tanto, se trata tanto de un enfoque como de una praxis crítica que es cuestionadora de modos de conocimiento existentes y de los usos derivadas de ciertos saberes hegemónicos.
  • La interseccionalidad como herramienta analítica permite estudiar, comprender y abordar los modos en los cuales el género, la clase, la sexualidad y otros ejes de diferencia se articulan en contextos históricos específicos, materializándose en experiencias y relaciones concretas de opresión y privilegio; inclusión y exclusión social.
  • En este núcleo queremos poner en práctica una mirada crítica que nos invita a sospechar de los usos de ciertos conceptos que han contribuido a su despolitización y su operación al servicio de una tolerancia liberal, jerarquizante y meritocrática. Por eso nos preguntamos siempre qué se está entendiendo por nociones como “diversidad”, “minorías”, “género”, “igualdad” y “libertad” cuando se les invoca en contextos y situaciones específicas para fines determinados. A su vez queremos aportar a la deconstrucción del pensamiento dicotómico, esencialista y homogeneizante para aventurarnos a participar de la construcción de nuevas formas de reconocimiento/redistribución. Los enfoques interseccionales y feministas plantean otras formas de acercarnos a los procesos de subjetivación y construcción de identidades. A su vez nos invita a repensar las luchas sociales, las solidaridades y coaliciones políticas, para construir ciencias sociales comprometidas con las transformaciones sociales.